“Duermo bien pero me despierto con los ojos pesados”

Duermes bien, sientes que descansas, pero…¿por qué sentimos los ojos pesados cuando nos despertamos?

Es común escuchar a personas decir: “he dormido mucho, pero me levanto con los ojos cansados”. Aunque parezca una simple molestia pasajera, esta sensación puede ser una señal de que algo no está funcionando del todo bien en nuestra salud visual o general. Dormir lo suficiente debería regenerar y relajar al cuerpo, incluidos los ojos; sin embargo, diversos factores pueden interferir con este proceso.

Una de las causas más frecuentes de ojos cansados al despertar es el uso prolongado de pantallas. Pasar muchas horas frente a computadoras, celulares o televisores genera lo que se conoce como síndrome de visión por computadora, caracterizado por sequedad ocular, visión borrosa, enrojecimiento y sensación de pesadez en los párpados. Aunque la persona duerma las horas necesarias, sus ojos no logran recuperarse completamente debido a la sobreexposición a la luz azul y al esfuerzo constante de enfoque.

Otro factor importante es la sequedad ocular nocturna. Durante el sueño, especialmente si se duerme con los ojos parcialmente abiertos o en ambientes con aire acondicionado o calefacción, la película lagrimal puede evaporarse más rápido. Esto produce irritación, picor y sensación de cansancio al despertar. Usar un humidificador o lágrimas artificiales antes de dormir puede ayudar a aliviar este problema.

También puede haber causas relacionadas con el descanso visual y la calidad del sueño. El estrés, la tensión ocular acumulada o los trastornos del sueño, como el insomnio o la apnea, influyen directamente en la oxigenación y relajación de los músculos oculares. Aunque el reloj marque ocho horas de sueño, si este no es reparador, los ojos seguirán mostrando signos de fatiga.

A nivel oftalmológico, condiciones como el astigmatismo, la miopía o la hipermetropía no corregidas pueden provocar cansancio ocular incluso después del descanso. Cuando la vista necesita hacer un esfuerzo constante para enfocar correctamente, los músculos oculares trabajan más de lo necesario, lo que se traduce en sensación de pesadez o ardor. Una revisión visual periódica puede detectar y corregir estos problemas fácilmente con el uso de lentes adecuados.

No hay que descartar, además, el papel del estrés y la fatiga mental. El sistema visual está estrechamente vinculado al sistema nervioso, y cuando el cuerpo acumula tensión, los ojos suelen ser uno de los primeros órganos en manifestarlo. Prácticas como descansar la vista cada cierto tiempo, realizar ejercicios oculares o aplicar compresas frías pueden reducir esa tensión acumulada.

En conclusión, sentir los ojos cansados al despertar, pese a haber dormido lo suficiente, no es un síntoma menor. Puede ser un reflejo de malos hábitos visuales, de un entorno poco saludable para los ojos o incluso de problemas de refracción no diagnosticados. Consultar a un oftalmólogo y adoptar rutinas de cuidado ocular —como limitar el uso de pantallas antes de dormir y mantener una correcta hidratación— son pasos esenciales para lograr que el descanso nocturno sea realmente reparador, también para la vista.